La economía no es una ciencia, es más bien una práctica humana que de vez en cuando ofrece resultados. Lamentablemente, al caminar siempre a la par de la política también atrae más farsantes y fanfarrones que aquellos que imitan a Elvis en Las Vegas. Si tratamos de medir los logros de la ciencia económica, nos encontramos con experimentos comunistas de Stalin y Lenin que dejaron a varios millones de muertos y sumieron al pueblo Ruso a varias décadas de calamidades, aunque muchos prefieren recordar los grandes logros armamentistas, sin explicar donde está la lógica de tener a un pueblo en opresión y pobreza, mientras se gastaban billones de billones construyendo armas atómicas y nucleares para desmantelarlas sin destello alguno ni tan siquiera de un fuego pirotécnico, una vez que se fueron a la quiebra. La lógica exigiría que ante el fracaso del comunismo en la Unión Soviética nadie pudiera seguir adoptando el comunismo. Aunque China aún se declara comunista es demasiado obvio que está practicando su propia versión de capitalismo y lo ha venido haciendo desde que creó la zona libre de Hong Kong y porque no decirlo, la zona tecnológica de Singaporé. Lamentablemente, la evidencia demuestra que todavía hay socialistas y comunistas al doquier, especialmente en Latinoamérica donde aunque nunca ha existido el proletariado (enormes masas de trabajadores industriales) se pretende imponer una doctrina que fue creada para solucionar problemas del proletariado. Es como decirle a un huérfano que lea un libro en como mejorar la relación y comunicación con su padre y madre. Sin embargo, en Latinoamérica se propone las viejas fórmulas del comunismo y socialismo como socialismo 21. Sería bueno recordar en el Ecuador que el Nazismo en Alemania tenía como nombre oficial Socialismo Nacional.
En el otro lado de la moneda, tenemos el depravado capitalismo del siglo 20. Ahora nos enfrentamos a las prácticas depredadoras de monopolios entre el calentamiento de la tierra y los graves efectos de la globalización. Ante todo esto, en el Ecuador ha asomado un economista bajo el nombre Rafael Correa. Ciertamente digno de una profecía de Nostradamus como el mismo anticristo que en menos de un año ha logrado poner a su país listo para Armagedon, o al menos los días del juicio final para Ecuador no parecen estar muy lejos antes de que se desate en la anarquía total.
Tratar de definir a Rafael Correa es un ejercicio en el absurdo porque ni el mismo Rafael Correa sabe quien es. Pero hagamos el intento.
Al menos en papel se habla de un estudiante brillante y muy poco se sabe de su historia. Lo que sí sabemos es que su padre fue traficante de drogas, que estuvo en prisión en la Florida y que Rafael Correa parece haber tomado dicha experiencia como una afrenta personal. Rafael Correa supuestamente es un hombre triunfador, pero antes de llegar a la presidencia su único cargo de admiración es haber sido nombrado ministro de economía sin justificación alguna y sin muchas credenciales. Al menos para estándares del verdadero mundo de negocios, alguien que jamás haya sido ejecutivo de una compañía o haya ejercido un cargo de mayor responsabilidad en una verdadera compañía, no merece mayor respeto. Peor si no existe obras económicas, libros de su autoría, ni tampoco una compañía creada por él, o menos un tratado comercial que del cual haya sido el arquitecto. No existe nada antes de la presidencia. Hay que ser honestos, Rafael Correa jamás ocupó un cargo que le pudo haber otorgado el gran conocimiento y experiencia del cual le gusta jactarse. Su conocimiento de economía es teórico y pedagógico y si sirve de muestra, lo que ha hecho hasta aquí como presidente, su conocimiento es bastante limitado y muchas veces al borde de la ignorancia cuando rehúsa contestar preguntas básicas de la economía, el ambiente, y el desarrollo social en su propio país.
Sin embargo, como por arte de magia tal si hubiera salido de una de las novelas de Harry Potter y elegido por el sombrero mágico de Dumbledore, Rafael Correa asomó como el hombre de la varita mágica ofreciendo una alternativa y prometiendo un nuevo Ecuador. Sin razón alguna Rafael Correa, en apenas tres meses como ministro, aparentemente logró ganarse la admiración de ciudadanos ecuatorianos, aunque en función del cargo no existe récord alguno de ninguna hazaña de Correa como Secretario de la cartera de economía, otra que haberse pronunciado en contra de la dolarización.
¿Cómo entonces Correa logró ganar la presidencia?
Como cualquier acto de ilusión y siguiendo el conocido esquema de operación de la CIA, que muy repetidamente ha conducido sus experimentos políticos y económicos en el Ecuador, a so pretexto de los intereses económicos y estratégicos del Tío Sam. Rafael Correa súbitamente se convierte en la respuesta a Chávez y a Lula en la versión ecuatoriana de siempre, grandes promesas sin que haya sustancia alguna. Sin duda todo tipo de mecanismos y mercadeo vendieron el paquete que Rafael Correa era más brillante que todo hombre que haya pasado por la presidencia del Ecuador. Nadie se preocupó de comparar que casi en forma idéntica, varios edecanes de presidentes que se convirtieron en agentes de la CIA primero, y después hicieron su acto mágico de ser presidentes de sus países, siempre en extrañas circunstancias, como fue el caso de: Saddam Hussein en Irak, Manuel Antonio Noriega en Panamá, Lucio Gutiérrez en Ecuador y porque no mencionar el mismo Hugo Chávez, entre otros varios edecanes en el mundo. Rafael Correa ciertamente no fue Edecán, pero es incomprensible que con solo tres meses de haber sido ministro y unos años de profesor, asome sin más como un grandioso economista. No existe libros, trabajos y grandes postulados, o teorías del aclamado y auto titulado genio, quien ahora de presidente haciendo gestos similares a los tres chiflados y sin ofrecer ideas o respuestas claras, simplemente descarta con desdén a quien se oponga a sus postulados. Aparentemente en su mundo y su propia versión de democracia o socialismo no caben cuestionamientos a sus pensamientos.
No existe respuesta clara cómo este Señor Correa sin más, se pudo haber ganado la admiración de varios millones de ecuatorianos en tan pocos meses y que semejante movimiento haya sido tan fácil. Pero en el Ecuador, la CIA tiene amplia experiencia y se le puede engatusar al pueblo constantemente que es posible crear en menos de un año un nuevo partido político; crear una formula ganadora; ganar los votos y tener la estructura y coyuntura política necesarias para gobernar un país.
La realidad es que es imposible que eso suceda en ningún país sin que exista mucho dinero por detrás y como ya se ha experimentado anteriormente y se ha perfeccionado el esquema, eso solo sucede en Ecuador. Tal como lo contó Philip Agee, el ex agente de la CIA quien sacó a la luz ciertas verdades de operaciones de la CIA, las mismas que forzaron hasta crear una nueva ley en los USA prohibiendo que sus ex operativos divulguen sus viejos pecadillos, en los años sesentas varios presidentes fueron colocados en el puesto a gusto y selección de la CIA. En Ecuador han pasado décadas pero las operaciones continúan y ciertamente la CIA mantiene operaciones en el país, pues sería por demasiado ilógico que abandonen ahora que el Ecuador está dolarizado. Tal como demostré hace un par de años, hasta los sitios web que clamaban ser de movimientos indígenas eran nada menos que registrados a agentes del servicio de inteligencia. Después de todo, era demasiado ilógico que en un país donde menos de 5% de los indígenas tiene acceso al Internet que haya existido semejante increíble presencia e información en el Internet. Después de informar a la prensa norteamericana aquí en los USA de ese evento, los movimientos indígenas de Ecuador súbitamente parecen haber perdido apoyo financiero, al menos ya no se escucha tanta algarabía.
En Ecuador nadie se debería extrañar que en todas las últimas elecciones presidenciales siempre haya ganado un candidato que ha formado su propio y flamante partido. Cada partido nuevo acusa a los demás de “partidocracia” a pesar que, Assad Bucaram, Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad, Lucio Gutiérrez llegaron al poder con flamantes partidos políticos. Pero, los ecuatorianos aparentemente no aprenden y no se han dado cuenta que esto sucede.
¿Se puede formar un partido político y realisticamente ganar elecciones? Solo en Ecuador.
¿De dónde vino el dinero, la estructura, la ideología, el programa de gobierno y la organización política?
Con la fuerza de un huracán Correa crea su propio partido y gana las elecciones. Pero me atrevo a preguntar si a alguien se le ocurrió pensar que para eso se necesita millones de dólares, millones de campañas y mucho dinero para organizar y pagar gente. Y es que es tan grande la fuerza política de Correa que hasta los miembros del Congreso temen por su seguridad, son asechados, agredidos e insultados con la bendición del mandatario ecuatoriano, que cree tener el derecho constitucional a abolir la democracia en el Ecuador si él lo considera necesario. Pero no hay respuestas para ninguna pregunta porque Correa no cree necesario responder a nadie, porque es él y solamente él, la respuesta para el Ecuador. La recomendación de Correa a quien le pregunte y cuestione el destino del Ecuador es “que tomen Valium” (respuesta dada en CNN). Respuesta que aparte de demostrar su falta de educación y respeto por sus propios compatriotas demuestra que el hombre tiene poco intelecto para discutir con capacidad los problemas de su país.
Acaso la gente puede pensar que los ecuatorianos votaron porque era la única alternativa, pero hubo toda clase de candidatos, Correa tenía dinero mágico que posiblemente pudo haber llegado vía CIA, Federal Reserve de Dallas o narcotráfico (que extrañamente sería el porque Correa pide abolir leyes contra narcotraficantes); Correa quien sin mas parecía experto en como manipular la prensa ahora se pelea, les insulta y les llama nombres a miembros de la prensa; Igualmente Correa sin más, parecía experto en el Internet y cada discurso y hasta baile con sus supuestos asesores en alta mar se trasmitían por youtube en lo que tituló el canal Correa. Parece que su ímpetu se detuvo un poco después que salió publicado fotos semi pornográficas de Correa con una cheerleader menor de edad con sus piernas entrelazadas en la cintura del presidente ecuatoriano, quien traía una sonrisa que dejó en la oscuridad al joker de Jack Nicholson; Correa hizo promesas que las masas querían escuchar para ganar las elecciones. Solamente eso puede explicar que haya sido elegido presidente con una enorme cantidad de votos. Algo raro existe en dicho esquema y es que es igual de extraño que en Ecuador se logre llegar a la presidencia con una campaña llena de promesas, las mismas que son abandonadas tan rápido como se acapara el poder. Caso concreto es que una de las primeras declaraciones de Rafael Correa fue decir que Ecuador se mantendrá dentro de la dolarización, cuando en campaña, fue la idea central de su campaña el salirse de la dolarización, y fue lo que supuestamente le llevó a la fama. Extrañamente Estados Unidos de Norteamérica se mantienen muy en silencio al respecto de Correa.
Es cuestionable que a los Estados Unidos súbitamente le parece importar muy poco si existe o no democracia en Ecuador. Ninguna importancia se le dio al primer golpe de aviso cuando Correa sin más destituyó a miembros del Congreso y los reemplazó con sus secuaces. Pero aún con un Congreso lleno de elementos de su gusto, todavía no estaba dispuesto a gobernar y sin prueba alguna ni sin ningún amparo constitucional o democrático, declaró que él no puede ni quiere trabajar con un Congreso de corruptos, pese a que dicho Congreso, llegó al poder el mismo día que él fue elegido. Sin duda a Correa no le cabe o se le escapó el concepto de la democracia, pero siniestramente los Estados Unidos se ha mantenido en silencio. Ciertamente no le han dado aplausos, pero algo extraño está ocurriendo en Ecuador y aunque huele mal y apesta la situación, a nadie le parece importar después de años de ver los berrinches de Chávez. Acaso debo preguntar como pregunta pedagógica, si alguien ha pensado que Fidel Castro necesita un reemplazo y los dos candidatos parecen ser Chávez o Correa. Después de todo el mundo, debería preguntarse si la gran mentira cubana simplemente sirvió de incentivo para mantener la ilusión de “enemigos” y así mantener la venta de armas del Industrial Complex ocupado, ya que de ello depende mucho de la industria americana. Pero el mundo es ciego y por décadas se creyó la idea que una pequeña isla liderada por un hombre no pudo ser manejada por los USA y varias administraciones, pero que la Unión Soviética fue forzada a la quiebra por el mismo país que nunca pudo hacer nada contra Cuba. La respuesta es que los USA estuvo más que a gusto que exista alguien como Castro para incentivar la compra de armas norteamericanas por temor al comunismo y la supuesta influencia de Castro. Increíblemente, hasta cuando Castro ya ha estado al filo de la muerte se le atribuye grandes influencias.
Ahora que los TV’s VCRS, playstations, nintendo’s y casi todo otro producto es importado de Asia se hace más necesario que nunca para los USA crear la ilusión y la idea de un peligroso socialismo y comunismo, sea en versión ecuatoriana o venezolana, para que así los demás países se vean forzados a comprar armas. Después de todo, no le conviene a los USA que todos los países se lleven bien como grandes amigos pues eso causaría una seria depresión a quienes venden armas. Nada más conveniente entonces, que súbitamente crear anarquía en Ecuador con la idea de que Rafael Correa es socialista. Aunque las leyes son casi copias de postulados que se han hecho en los USA, Correa tiene retórica en contra de tratados comerciales, pero en un país de trece millones de habitantes donde ya cinco millones han salido fuera del país, se hace fácil controlar la retórica y mantener la ilusión y magia de que Correa es socialista, qué importa que toda ley que trata de pasar es increíblemente similar a leyes norteamericanas de impuestos. Casi apostaría que Correa no pasa de ser un agente de los intereses económicos y estratégicos de los USA.
Mientras Mr. George Bush había prometido defender la democracia es vergonzosa la manera que se está ignorando la destrucción de la democracia en el Ecuador y el gobierno norteamericano no se ha pronunciado al respecto. Poco importó ni se mencionó que la Reserva Federal de Dallas Texas tiene en sus cajas fuertes el oro de la Reserva monetaria de Ecuador. Poco importa que Ecuador no tiene voz ni voto en su destino monetario ni financiero, y tampoco se le ha dado importancia al hecho que el dólar, ahora parece ser uno de los viajeros de Disney cayéndose vertiginosamente desde la cima de la Tower of Terror, perdiendo su poder y valor adquisitivo contra todas las otras monedas del mundo, fruto de la inmensa deuda de sobre nueve trillones de dólares oficialmente y al menos el triple de esa cantidad extra oficialmente. El dólar patalea y los Estados Unidos está como gran atleta de pentatlón imponiendo todo tipo de records en déficit, deudas, desfalcos, fraudes, casas reposeídas, bancos que se quiebran, gente que termina en desempleo etc. con cifras valga decir que sobrepasan cualquier cifra que se haya visto en el colapso de 1929. Estados Unidos ahora tienen una deuda de nada menos que 9,129 trillones de dólares. Una cifra tan exorbitante que sobrepasa todas las deudas de todo el resto del mundo combinado. Pero el mundo no se atreve a decir las verdades que el fraude de los Estados Unidos es vergonzoso cuando imprime dólares sin siquiera ofrecer el pretexto que alguien acaso pueda comprar los bonos que supuestamente los respaldan. Pero volvamos al caso Correa.
Debo admitir que estoy asombrado que un economista que clama ser Socialista haya presentado un plan que se parece demasiado a impuestos que han sido presentados en Estados Unidos. Ciertamente ni siquiera en este país jamás alguien ha pretendido pasar impuestos tan drásticos como los que propone Correa porque con las leyes existentes los Norteamericanos ya son esclavos de los impuestos. La simple realidad es que aún aquí en los Estados Unidos existe un record de propiedades que están siendo reposeídas por los bancos y el gobierno debido a altos impuestos, a pesar que la mayoría de Estados tiene impuestos a la propiedad entre 1% a 7% por máximo. Me pregunto como el presidente ecuatoriano Rafael Correa pudo pedir a la asamblea que él controla que se aprueben impuestos a la renta de nada menos que entre 5% a 35%. Lo cual significa que un ecuatoriano que sobrepase el monto de $80,000 tendrá que pagar nada menos que $24,000 de impuestos solamente a la renta. Un impuesto de 35% es nada menos que una formula para la calamidad y el desastre en un país donde el salario básico, aún después de que Correa lo acaba de subir será apenas de $2,400 dólares al año. Pero como si eso fuese poco el Presidente Correa quería nada menos que 75% de impuestos a la herencia, sin contar los otros impuestos de ICE e IVA significa que los ecuatorianos se convertirían en esclavos del sistema socialista que quiere imponer Correa. Lo extraño de las circunstancias es que todo el dinero de Ecuador termina siendo regulado y administrado por el Banco de la Reserva Federal de Dallas de Texas, pues al estar Ecuador dolarizado es quien controla y manda en el destino monetario de la pequeña nación sur americana. Es muy claro que Correa está obedeciendo órdenes de quien controla verdaderamente el país.
Correa pretende quitar impuestos a las multinacionales y monopolios de telecomunicaciones y esclavizar al pueblo. Si bien es cierto que en los Estados Unidos los impuestos llegan hasta un total de 43% de lo que gana un individuo, ese impuesto es en realidad la suma del: Impuesto a la renta (hasta 7%), impuesto a la propiedad (entre 3% a 6%), Impuesto estatal (entre 3% a 7% pero parte se recibe crédito en el impuesto a la renta), Impuesto de Corporaciones (7%), Impuesto a Ganancia de Capitales (Incluye herencias 14% a 28%), y otros impuestos. Sin embargo, todos y cada uno de esos impuestos tienen créditos de todo tipo desde: créditos por cada hijo o por la familia; por el consumo de etanol; propiedad de equipos de industrias; compras de viviendas en zonas de rehabilitación; asistencia a zonas de desastre, etc. En fin existen millones de rebajas y créditos. De tal manera que casi nadie en los Estados Unidos paga más que 30% de impuestos en su totalidad. Aún así no se logra evitar la fuga de capitales y existe la enorme necesidad de incentivar la inversión doméstica e industrial. Pero jamás en los Estados Unidos se puede discutir de impuestos de tales cifras como pretende hacerlo el Presidente ecuatoriano. Eventualmente la gente se dará cuenta que dichos impuestos traerán zozobra y calamidad al Ecuador. Hablar de impuesto a la renta de 35%, más los demás impuestos en el país y a eso se le suma 75% del impuesto de herencia, significa que quien haga algo de dinero en el Ecuador solo puede esperar ver a sus hijos quedarse en la calle.
Cualquier gobierno responsable sabe que debe fomentar la industria, el comercio, empleos, salud y educación proveyendo incentivos e invirtiendo en el país. Eso es imposible, cuando a las personas que precisamente podrían invertir y crear industrias, empleos y comercios se les impone enormes impuestos. Al mismo tiempo que, al imponer enormes impuestos a la herencia y a las ganancias de capitales se disminuye el incentivo de acumular riqueza ya que esta no puede ser percibida por los hijos.
La llamada nueva ley de equidad tributaria es a mi modo de ver el atentado mas grave de apoderarse del país por parte de la Reserva Federal de Dallas. Me atrevo a asegurar que los impuestos que ilegalmente han sido aprobados por la Asamblea constituyente traerán graves consecuencias como:
· Enormes cantidad de viviendas y propiedades reposeídas.
· Incumplimiento de pagos a préstamos de vivienda y propiedades.
· Enorme escape de capitales. La simple realidad es que si alguien tiene mas de $500,000 dólares en el Ecuador y sabe que va a tener que pagar enormes cifras y perder hasta 75% de dicho capital como pago de impuestos lo que harán es salir del país o mantener sus capitales fuera del país.
· Migración de compañías tanto nacionales como internacionales que encontraran muy difícil de trabajar en esas circunstancias. Casi imposible que la gente acepte ir a trabajar en el Ecuador con dichas medidas donde con estas leyes impide incentivar el trabajo honesto y tratar de enriquecerse lícitamente
· Ecuador al estar dolarizado no tiene la misma capacidad de competir con países que pueden ofrecer mano de obra extremadamente barata. Si se impone tantos impuestos es imposible que pueda mantener ejecutivos, científicos, técnicos, y personal capacitado si gran parte de sus salarios termina siendo pagado en enormes impuestos.
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